Morir

Otro lunes de sábanas abiertas.
El sarcasmo fugaz de la mañana
repta como un reptil sutil y cauto
dentro del corazón anestesiado.

Muero.

Morir es vivir despacio,
caer como cae la miel
que se derrama con hilo ámbar,
infinitamente lento, hacia un lugar
que no es el adecuado.

Morir es desnutrir la mente,
desaprender el vuelo aquel,
aquel solsticio en la retina,
casi todas las miradas
aprehendidas
cuando la niñez no era memoria.

Laura Gómez Recas, de "Zahoríes"