Zahoríes





Bajo la tierra resquebrajada del desierto,
donde nada crece y nada fue intuido
hay ríos de agua de transcurrir oculto

y mapas de calibres fantasmales,
hay humedades y sueños enterrados
amantes de la entraña y de la tierra,
más allá de este tiempo que agranda las pupilas
y enloda los caminos
que el agua dibujaba en la memoria.

Bajo la tierra triste y dolorida,
hay una Arcadia de múltiples raíces,
con letras que aún aman la palabra,
cauces para el jazmín y para el verso
bajo el vacío territorio de la amnesia.

Despojados de todo lo bello,
con horquillas de sauce y avellano,
tanteamos la pérdida en la linde,
el tremendo sabor de la derrota,
cada pedazo de infancia arrebatada
bajo un sol avaricioso
de límite atroz y anaranjado.

Zahoríes de la inexistencia
en busca del agua de la vida
perdida en la grieta de lo injusto.
Zahoríes del rastro en el oprobio,
en la frontera inútil de lo yermo.

Ni un gesto pendular en nuestras manos.
Todo perdido
en el fondo de un mar que ya es desierto,
donde el esfuerzo es una gran torpeza
y es eclosión y empeño nuestra muerte.

Laura Gómez Recas, de "Zahoríes"
Imagen: Jaime Gómez Recas
"Pecio de Aralkum"